Un viaje por la costa Amalfitana

Pocos lugares tienen la distinción de contar con el 100% de sus municipios como Patrimonio de la Humanidad. Tal es el caso de la costa Amalfitana, un rincón lleno de encanto al sur de Nápoles que se encuentra entre escarpados acantilados y un mar azul intenso. Esta región, que ya era destino turístico y zona de esparcimiento en tiempos del Imperio Romano, es uno de los viajes más alucinantes que puedes realizar en el país de la bota. Acompáñanos en un fascinante viaje por la costa Amalfitana.

Un viaje por la costa Amalfitana

El legado de la República Amalfitana

Bajo este nombre se conocía al también llamado Ducado de Amalfi, una antigua ciudad-estado que dominó el Mediterráneo entre los siglos X y XII. En la actualidad, la costa Amalfitana comprende un tramo de litoral bañado por el mar Tirreno, donde se encuentran una serie de ciudades y pueblos, que han despertado pasiones entre famosos y mortales por igual.

Comenzando por Positano y extendiéndose hasta Vietri sul Mare, dispones de sitios para visitar como Sorrento, así como Pompeya y el Vesubio, atractivos que se encuentran a tiro de piedra. Sus escarpadas montañas, playas y calas escondidas, viñedos y sus románticas casas de colores, convierten a este destino en algo que bien se podría asemejar al paraíso

 

Un viaje por la costa Amalfitana

Un viaje por la costa Amalfitana

Positano

Es uno de los rincones más encantadores de costa Amalfitana, que desde los años 50 comenzó a atraer a ricos y famosos como Picasso y Elizabeth Taylor. Positano es uno de los balnearios más famosos de Italia con playas que son un hervidero de famosos y personalidades, como Spiaggia Grande, una de las más amplias y frecuentadas de la región, a pesar de que hay que bajar más de 400 escalones para llegar a ella.

La más tranquila playa del Fornillo es otra opción, así como las de La Porta, Arienzo y San Pietro Laurito, playas a las que sólo puedes llegar desde el mar. No te pierdas paseos como “il Sentiero degli Innamorati”, las Torres Sarracenas y las vistas panorámicas desde lo más alto del pueblo.

Amalfi

En Amalfi podrás realizar un viaje en el tiempo. Considerado uno de los puntos neurálgicos de la costa Amalfitana, este hermoso pueblo posee un despliegue de monumentos y atractivos que no querrás perderte. El Duomo de San Andrea (símbolo de toda la región), es un complejo arquitectónico que fácilmente recuerda a la Catedral de Florencia.

Las callejuelas del centro son perfectas para perderse, encontrarte y volverte a perder, ya sea para degustar un delicioso pescado en la Marina Grande o para tomarte un limoncello, el producto más tradicional de Amalfi. Échale un vistazo al Museo Arsenal de Amalfi, donde se construían los antiguos navíos de la república Amalfitana, pelea por un sitio en la arena o por una hamaca en la abarrotada playa de la Marina o realiza una excursión en barco a la Grotta Esmeralda.

Vietri sul Mare

Este encantador pueblo, famoso por su producción de cerámica, se encuentra en el extremo oriental de la costa Amalfitana, muy cerca de Salerno. Es el único punto de la costa que dispone de estación de tren, una razón a favor como para escogerlo como base de operaciones. Su encantador entramado de callejuelas del centro histórico, así como su buen surtido de playas y gastronomía típica, lo convierten en un pueblo imprescindible.

Descansa y olvídate del mundo en playas como Marina di Vietri, La Crestarella o la playa Due Fratelli, uno de los lugares indicados para ver el atardecer. Si te interesa la cultura del lugar, puedes visitar el Museo de la Cerámica o una fábrica artesanal de vidrio.

Ravello

Situado a más de 300 metros sobre una montaña, es el único pueblo de la costa que no dispone de playas propias, así que si quieres descansar de las playas, Ravello es un encantador refugio cuyas colinas con vistas románticas han inspirado a artistas y escritores como Greta Garbo, Virginia Wolf y Joan Mirò, entre otros.

Ravello es famoso por su festival -una cita anual para la música, la cultura y el arte- que se realiza en Villa Rufolo, uno de sus mayores atractivos. Desde aquí tendrás una vista extraordinaria de toda la costa Amalfitana y el Golfo de Salerno.

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Más allá de la costa Amalfitana

Si bien no forma parte oficial de la costa Amalfitana, Sorrento es uno de esos sitios que no debe pasar desapercibido en tu viaje por esta rincón italiano. Famoso desde la década de 1920 por ser muy frecuentado por la aristocracia, Sorrento posee lugares que te van a enamorar como Piazza Tasso, una animada plaza, compendio de edificios históricos, situada no muy lejos de la Catedral de Sorrento, una iglesia de estilo románico con reliquias artísticas antiquísimas.

Date una vuelta por el Palazzo y Casa Correale, o bien por el Vallone dei Mulini, las ruinas de un antiguo molino. Más tarde, descubre la tranquilidad que ofrece el Claustro e Iglesia de San Francesco, el cual tiene un espectacular mirador con vistas a la bahía de Nápoles.

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Pompeya y el Vesuvio

Una visita a Pompeya y el Vesubio puede ser la guinda del pastel en un viaje ya de por sí inolvidable. Situada entre Nápoles y la costa Amalfitana, Pompeya es la mítica ciudad romana que quedó sepultada por la erupción del Vesubio, hacia el año 79 d.C., dejando un testimonio sin precedentes sobre la sociedad romana bajo capas de roca, lava y ceniza.

En Pompeya no debes dejar de visitar sitios como el Foro, el espacio que como en cualquier otra ciudad romana funcionaba el epicentro de la vida social. Allí destaca la estructura del Macellum (el mercado) y el Templo de Júpiter.

Finalmente, tienes que pasarte por el Monte Vesubio, uno de los volcanes activos más peligrosos del mundo. Si bien su peligrosidad se basa en la gran densidad de población que se encuentra a su alrededor, la última erupción del Vesubio fue en 1944.

Puedes llegar a su cima con el Vesuvio Express, un servicio de bus que parte desde la estación de tren Ercolano Scavi, hasta la base del monte. El recorrido, señalado y de fácil dificultad, te permitirá ver vistas inolvidables de Sorrento, Nápoles y su golfo.