Presentación en el aeropuerto para embarcar en vuelo con destino Ulaanbaatar, vía conexión. Noche a bordo.

Después de aterrizar en la vibrante capital de Mongolia, Ulaanbaatar, seremos recibidos en el Lotus Guest House, donde comenzaremos nuestra aventura. La noche en Ulaanbaatar es una mezcla de emociones: la expectativa de los días que se avecinan y el cálido recibimiento de esta ciudad en la que tradición y modernidad conviven en perfecta armonía.

La mañana comienza con una visita al Lotus Children Center para observar de cerca sus necesidades y preparar nuestra contribución. Luego, nos dirigimos al Semi Gobi, donde las vastas dunas doradas se encuentran con ríos cristalinos, montañas imponentes y árboles dispersos que pintan un paisaje surrealista. Pasearemos en camello, sintiendo la calma del desierto bajo el cielo abierto. Por la noche, compartiremos historias con una familia nómada, mientras el crepitar de la fogata acompaña la quietud del entorno.

El camino hacia la cascada de Orkhon nos llevará por un valle cargado de historia, donde las aguas que caen desde lo alto parecen contar historias de volcanes y terremotos que moldearon esta tierra hace milenios. Al llegar, caminamos hasta la base de la cascada, donde el sonido del agua y el verdor del paisaje nos envuelven con serenidad. Pasaremos la noche en un Ger junto a una familia nómada, descubriendo la calidez de su hospitalidad.

En el corazón de Mongolia, llegaremos al spa termal de Tsenkher, conocido por sus aguas curativas a +86°C. Aquí, tendremos la oportunidad de relajarnos y renovar energías en un baño al aire libre, mientras contemplamos el cielo mongol. La tarde es para disfrutar de la tranquilidad del entorno. La noche bajo las estrellas, con el suave rumor del agua termal, es un recordatorio de la simplicidad y la conexión con la naturaleza.

El viaje nos lleva al Lago Blanco (Terkh), un espejo de agua rodeado de volcanes extintos y campos de lava negra. Aquí, la naturaleza despliega su majestuosidad: cabalgaremos hasta el cráter del volcán Khorgo, siguiendo senderos que serpentean entre árboles y rocas volcánicas.

Este día lo dedicamos a explorar a pie, disfrutando de la calma del lago, o simplemente a descansar mientras la belleza del paisaje se graba en nuestra memoria.

El trayecto hacia Shine Ider es desafiante pero gratificante. Atravesaremos terrenos cambiantes, desde pastizales abiertos hasta colinas onduladas. La llegada al pequeño pueblo marca un descanso bien merecido. Aquí, la simplicidad de la vida rural nos ofrece una pausa para reflexionar sobre la inmensidad de nuestra travesía.

El Lago Khovsgol, conocido como el Lago Azul, es un refugio de pureza rodeado por la taiga siberiana y montañas majestuosas. Al llegar, nos sumergiremos en su serenidad, explorando sus aguas en bote y ascendiendo a las montañas para disfrutar de vistas panorámicas.

Este segundo día en el lago lo aprovecharemos para realizar actividades como senderismo, observación de aves o simplemente admirar la impresionante claridad del lago, cuya quietud invita a la introspección.

Nuestro camino nos llevará al Uran Togoo, un volcán extinto cuya cima se alcanza tras una emocionante caminata. La ascensión desafía el cuerpo, pero las vistas desde lo alto recompensan el esfuerzo: un cráter perfecto rodeado de naturaleza virgen. Al atardecer, descansaremos en un Ger mientras la luz se desvanece entre los contornos de las montañas.

En este día, visitaremos el impresionante Monasterio de Amarbayasgalant, un tesoro arquitectónico de Mongolia enclavado en el valle del río Iven. Aquí, la espiritualidad y la historia se entrelazan. Subiremos a las colinas de Burenkhaan para disfrutar vistas panorámicas y explorar las estupas y esculturas de Buda que salpican el paisaje. El día termina con una sensación de paz interior.

El regreso a la capital es un recorrido lleno de paisajes y recuerdos. Durante el trayecto, reflexionaremos sobre las experiencias vividas, mientras el bullicio de Ulaanbaatar nos da la bienvenida de nuevo.

La mañana nos lleva al Black Market;, un vibrante bazar local donde descubrimos las

artesanías y el espíritu de la vida cotidiana en Mongolia. Por la tarde, compartimos momentos con los niños del Lotus Children Center: cocinamos, cantamos y reímos juntos, creando recuerdos imborrables.

Es momento de despedirnos, pero antes volveremos a visitar el Lotus Children Center para entregar el proyecto completado y compartir un emotivo adiós con los niños. A la hora indicada, traslado al aeropuerto para embarcar en vuelo de regreso a Barcelona. Noche a bordo.

Llegada a Barcelona y fin de nuestros servicios.